Quizá el recurso turístico más importante de Jordania, y mucho más tras su popularización en la película ‘Indiana Jones y la Última Cruzada’, sea Petra, la ciudad perdida de los nabateos con cientos de monumentos tallados en la roca.
Petra se encuentra al Sur del país y, aunque las comunicaciones de esta ciudad con la capital Amman son bastante buenas, se tarda el suficiente tiempo para que aprovechemos el máximo la visita a esta joya que nos ha dejado la Historia.
Por ello, si queremos admirar no solo ‘Al Khazneh’ (el famoso Tesoro tras el desfiladero), sino también subir tranquilamente hasta el monasterio de ‘Ad Neir’ (al que se accede tras una subida más de media hora), lo más recomendable es dedicar a esta irrepetible visita al menos dos días. Con este tiempo, podrás además admirar sin prisas el Teatro Romano del lugar, viajar en burro, subir a las decenas de templos que están excavados en los puntos más altos del valle, o hacer fotos a los dromedarios. Y si vamos en meses con menos horas de sol (alrededor del invierno), la decisión de permanecer dos o tres días es muy acertada.
Estos más de 700 monumentos de Petra se encuentran separados dentro de un área de alrededor de 10 kilómetros cuadrados, por lo que una visita de un solo día sería insuficiente. Además, podrás aprovechar para hacer una noche en la ciudad moderna de Petra (justo al lado de la entrada al complejo histórico), y además asistir al espectáculo noctuno de las velas encendidas en el famoso Tesoro. Este evento tiene lugar solamente los lunes, miércoles y jueves de 20:30h a 22:00h, por lo que te convendrá planificar tu visita para hacerlo coincidir con vuestra estancia.
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