Una de las cosas que más pereza me da de los viajes es preparar la maleta, el tener que pensar qué llevar y quedarme siempre con la sensación de que se me olvida algo importante. Por eso, suele ser muy útil preparar un listado de cosas, que sirve como guía y facilita mucho la tarea.
Con el fin de poder compartirlo con vosotros, he recogido en un documento todas las cosas que me he llevado de viaje alguna vez, e incluso he añadido otras que he pensado le podrían ser útiles a otro tipo de viajero (porque yo por ejemplo nunca me he llevado de viaje las planchas de pelo, el secador, o el maquillaje, pero sé que hay gente para la que es un kit indispensable!). Si queréis, podéis descargaros nuestro listado PINCHANDO AQUÍ. ¡Esperamos que os sea útil!
Aunque el listado que proponemos es muy largo, conviene llevar una maleta lo más ligera posible, ya que después tendremos que cargar con ella durante todo el viaje. Hay que evitar llenar la maleta de “por si acasos” y controlar el peso máximo que se puede facturar en el avión. Debemos pensar bien en el tipo de viaje que vamos a hacer y valorar lo que realmente necesitamos. Además, debemos tener en cuenta que en caso necesario podremos comprar cosas en el lugar de destino.
Si por ejemplo viajamos con más gente, podemos ponernos de acuerdo para que cada uno lleve una cosa y así minimizar peso. Seguramente no será necesario que todos llevemos de todo (champú, pasta de dientes…).
Como veréis, en algunos apartados del listado he dejado líneas en blanco para que cada uno especifique lo que va a llevar. Por ejemplo:
– “Pantalones/ Vestidos/ Faldas”: pantalón vaquero, falda azul, pantalón de monte, pantalón corto, pantalón impermeable, mallas térmicas…
– “Camisetas/ Jerseys/ Sudaderas”: camiseta roja, jersey de lana, camiseta térmica
– “Chaquetas/ abrigos”: chaqueta vaquera, plumas, abrigo largo, gabardina, chubasquero, cortavientos…
– “Calzado”: botas de monte, sandalias, zapatillas de trekking, zapatillas de casa, chancletas…
Yo, normalmente suelo utilizar las chancletas como “zapatillas de casa”. Siempre viene bien llevarlas, porque te pueden servir incluso para ducharte en hoteles menos higiénicos. Cuando voy de trekking, suelo llevar calzado tipo “crocks”, ya que son adecuados para descansar los pies cuando finaliza la etapa, tenemos la opción de ponernos calcetines y sirven también para el agua.
En el apartado de “Ropa interior” se ha dibujado una pequeña línea para indicar cuántas unidades vamos a llevar de cada cosa. Si llevamos una pastilla de jabón o detergente, podremos lavar la ropa durante el viaje y así será suficiente con que llevemos dos o tres unidades de cada tipo de prenda.
El tamaño del neceser será del gusto/necesidad de cada uno. Yo por ejemplo, suelo llevar lo básico, y si tengo que incluir una toalla, suelo meter una pequeñísima absorbente. También puede ser una buena idea meter los botes de jabón en bolsas de plástico por si se abre la tapa durante el viaje y se pringa todo lo que hay en la maleta.
No debemos olvidar que en el equipaje de mano no se pueden llevar líquidos o geles con una capacidad individual máxima de 100ml, sprays desodorantes, ni cuchillas de afeitar u objetos punzantes (ej. agujas, tijeras), por lo que tendremos que tener muy en cuenta lo que facturamos y lo que llevamos en el equipaje de mano. Si pincháis en los siguientes enlaces, podréis encontrar más detalles respecto a lo que no está permitido llevar en el equipaje de mano y en el equipaje facturado.
Yo por ejemplo, en el equipaje de mano suelo llevar todas las cosas de valor (cámara de fotos, móvil, ordenador portátil, dinero, documentación), material de lectura y una ropa de muda por si se me pierde la maleta. En verano, cuando viajo con sandalias, suelo meter un par de calcetines para ponérmelos en el avión, que a veces suele hacer un frío helador.
En cuanto al “Kit nocturno”, siempre que hago viajes de bajo presupuesto, suelo llevar mi funda de almohada y un saco de tela. Estas dos cosas no ocupan demasiado y gracias a ellas podemos dormir mucho más a gusto sobre todo cuando nos alojamos en sitios baratos y “cutres”, en los que el color de las sábanas o la higiene del lugar dejan mucho que desear. A los chinches de los colchones les costará más atacarnos…aunque siempre hay alguno que otro más habilidoso que acaba picando!
Los tapones para los oídos también nos pueden salvar de una noche en vela cuando hay mucho tráfico o discotecas y bares con la música a tope cerca de nuestro alojamiento. Por otro lado, en muchos lugares no suele haber persianas ni cortinas, por lo que si eres de los que les molesta la luz para dormir, será mejor que metas un pequeño antifaz en la maleta.
Si viajamos al monte y vamos a tener que andar muchas horas diarias, merece la pena llevar una mochila con “camelbag”, ya que podremos beber agua según vamos andando, sin necesidad de parar y sacar la cantimplora, lo que suele resultar muy costoso sobre todo a grandes altitudes.
El botiquín del listado que os proponemos es muy básico, por lo que dependiendo del lugar al que viajemos o la actividad que vayamos a realizar deberemos completarlo (p.ej: pastillas para la malaria, medicación para el mal de altura…). No olvidéis llevaros la medicación que soléis tomar habitualmente.
El gel anti bacterias suele venir muy bien en zonas en las que haya escasez de agua o esté contaminada, porque nos permite lavarnos las manos sin utilizar agua. Del mismo modo, las pastillas potabilizadoras son un remedio muy eficaz para desinfectar agua no tratada en lugares en los que no disponemos de agua potable. Personalmente, soy partidaria de utilizar las pastillas en lugar de comprar numerosas botellas de agua embotellada, porque así evitamos generar residuos en zonas en las que probablemente no tienen cómo gestionarlos.
En cuanto a la tecnología se refiere, es importante saber qué tipo de enchufe hay en el país de destino para comprar un adaptador si fuese necesario. Si lleváis el ordenador portátil, os recomiendo que llevéis unas fotos de vuestras familias y del lugar en el que vivís, porque seguro que os encontráis con gente a la que le encantará conocer otros lugares del mundo.
Cuando viajamos a zonas más rurales o menos “civilizadas”, el “kit de Macgyver” nos puede salvar de una buena. Nosotros por ejemplo, hemos utilizado cinta de carrocero para tapar un agujero enorme por el que entraba nieve en la habitación, gomas de pelo para cerrar agujeros en mosquiteras, cuerdas para poder colgar ropa o tu propia mosquitera, velas y cerillas en lugares sin electricidad, el frontal para leer un libro en sitios donde la bombilla alumbra menos que una cerilla, navaja multiusos para sacarte una espina de la planta del pie…
Antes de salir de viaje, es muy recomendable escanear toda la documentación y tenerla disponible en el email o en algún lugar de almacenamiento en la red (Google Drive, Dropbox…). Por si acaso siempre llevo encima una fotocopia plastificada del pasaporte. También conviene tener un listado de teléfonos/direcciones de interés: VISA/banco por si perdemos o nos roban la tarjeta de crédito, hospitales cercanos, seguro de viaje, cómo llamar a cobro revertido, alojamientos reservados, embajada, direcciones de amigos y familia para enviar postales etc.
Finalmente, es muy importante organizar bien todo lo que llevamos. Hay gente que enrolla la ropa para que no se arrugue y ocupe menos espacio. Yo, personalmente, nunca he utilizado esa opción. Siempre suelo usar unas fundas con cremalleras en las que meto las cosas de forma clasificada: una para las camisetas, otra para los pantalones, otra para ropa interior, bikini y calcetines… A mí me resulta muy práctico, porque es muy fácil sacar únicamente la funda que te hace falta. Cuando la ropa va suelta, la maleta termina siendo un caos!
Existen otras bolsas comprimibles que deben ser muy prácticas para ahorrar espacio y evitar que se moje la ropa. En mi caso, cuando he hecho algún trekking en el que la ropa corría peligro de mojarse, he metido las fundas en bolsas de basura y me ha funcionado perfectamente.
Para la ropa sucia también conviene llevar una bolsa aparte.
Evidentemente, no se ha incluido un apartado para la gente que viaja con niños, porque la lista podría triplicarse. Ese listado lo dejamos en manos de cada familia, aunque podría ser una buena idea para un futuro post.
Pues nada, ahora sólo queda preparar la maleta. ¡Que tengáis un buen viaje!
Por cierto, ¿habéis echado algo de menos en nuestro listado? ¿Qué es eso sin lo que nunca viajáis?