Pasar una tarde entera en Mont Saint-Michel (o, incluso, todo el día si tienes tiempo de sobra) es una actividad obligatoria si vas de vacaciones a Bretaña o a Normandía.
Se trata de una isla en forma de montaña, de unos 92 metros de altitud, y que a día de hoy está comunicada con tierra por una carretera. Se encuentra fuera de Bretaña, a unos pocos kilómetros al noreste, y en el sur de la región de la Baja Normandia. Además de visitar la Abadía (cuesta 9 euros), con una estatua del Arcángel San Miguel matando al dragón en su parte superior, o recorrer sus empinadas calles repletas de tiendas y restaurantes, una de las actividades que más merece la pena es la de ver subir la marea.
La subida de la marea es anunciada por la megafonía instalada en Mont Saint-Michel durante horas antes de que llegue a su nivel máximo, en varios idiomas, y entre ellos un castellano un poco ‘macarrónico’. Pero este aviso no es para que los turistas se preparen para ver el espectáculo, sino para que aquellos que hayan aparcado su vehículo en zonas peligrosas vayan pensando en retirarlo. Aunque es cierto que este riesgo no es tan importante como hace años (desde 2009 existe una presa que protege la ahora ya siempre península), conviene no olvidarnos que dejar el coche en la tierra ganada al mar puede tener sus consecuencias.
Según va llegando el momento de la pleamar, el agua va entrando dentro de la bahía a un ritmo trepidante, y los turistas se agolpan junto a la orilla para ver entrar el agua tierra adentro y con ella muchos pájaros que habitan la marisma que aprovechan a hacer el recorrido con el mínimo esfuerzo. Conviene recordar que en la costa de Mont Saint-Michel puede haber variaciones del nivel del agua de hasta 16 metros (una de las mayores del mundo), lo que da una idea de la fuerza que puede tener este fenómeno en esta zona.
Si piensas acercarte por Mont Saint Michel, te recomiendo que eches un vistazo a los horarios de las mareas que se muestran en este enlace, para poder así disfrutar de este espectáculo. Hay dos pleamares al día, así que planea cual se adapta mejor a tu visita.
Hay que recordar que estos horarios de mareas son simplemente para que puedas disfrutar del espectáculo de las pleamares, y no afectan para nada a las visitas, puesto que Mont Saint Michel está siempre comunicado con tierra. Eso sí, dependiendo de los horarios el aparcamiento más cercano a la península puede estar cerrado, y tendrás que aparcar a unos dos kilómetros, por lo que deberás planificar la media hora aproximada que se tarda en llegar y regresar.