Si estás en Estambul, te sobran unas horas, quieres cruzar de Europa a Asia en menos de 20 minutos y no te apetece gastarte el dinero que te piden las agencias para contemplar las vistas del Estrecho del Bósforo, este pequeño truco sin duda te va a resultar muy útil.
Justo al lado de la parada de tranvía y del funicular de Kabataş (en la parte europea de Estambul, ver el mapa al final de este post), está el muelle de ferrys públicos del mismo nombre. Pregunta en la taquilla que verás junto a este muelle, y coge un ticket a Üsküdar (barrio en la costa asiática de la ciudad). La persona que nos atendió no hablaba excesivamente bien el inglés así que, por si acaso, armaros con un poco de buen humor y paciencia, aunque no dejará de ser una experiencia más de este viaje. El ferry tampoco no es un viaje de lujo, pero el billete no te costará más de 2 Liras Turcas (menos de un euro), el trayecto dura unos 20 minutos (lo justo para disfrutar de las vistas) y tienes bastante frecuencia (alrededor de cada media hora).
Una vez que hayas cogido asiento y el viaje haya comenzado, podrás deleitarte con las vistas del Palacio de Dolmabahçe justo al lado izquierdo, las siluetas de la Mezquita Azul, Santa Sofía y el Palacio Topkapi al fondo al lado derecho y de, en general, todo el Cuerno Dorado y el Estrecho del Bósforo. En medio del trayecto te cruzarás con pequeñas barcas que van o vuelven a Kumpkapi (el barrio de pescadores de Estambul), o con enormes petroleros que salen cargados de crudo desde el Mar Negro hasta el Mediterráneo, convirtiendo este paso en una de las vías navegables internacionales más importantes del planeta.
Cuando llegues a Üsküdar podrás descubrir uno de los barrios más tranquilos y tradicionales de Estambul, sin ninguna excentricidad turística o locales de moda, pero repleto de mezquitas tradicionales, como la de Yeni Valide o la Mezquita de Azulejos (Çinili Cami). A ellas se asiste principalmente a orar y podremos descubrir cómo los fieles se lavan pies y manos en las fuentes de ablución, además de percibir el ambiente natural de recogimiento de las mezquitas.
Además de las mezquitas, podemos visitar los mercados populares de Üsküdar o, si estamos allí a la hora correcta, disfrutar de un maravilloso atardecer hacia el Oeste, contemplando el Cuerno Dorado de Estambul y las siluetas de sus mezquitas.
